Dicen que la cara es el espejo del alma, pero todos escondemos dentro algún secreto inconfesable que solo los más allegados vislumbran en nuestra expresión. Es la hora de la bestia, la hora del depredador.
"Escondido tras una despistada y jovial inocencia acecha el felino"
"...pero su mirada, aguda como el filo de una navaja, se cruzó con el espectáculo de lo bello y sonrió ante la majeza de unos bonitos ojos" (Luis Gispert)
10 comentarios:
Version white de la anterior foto in black, original.
saludos.
...pero su mirada, aguda como el filo de una navaja, se cruzó con el espectáculo de lo bello y sonrió ante la majeza de unos bonitos ojos.
Luis, no podría continuar mi frase con otra más apropiada que la tuya. No, si aún haremos un buen tandem ;-)
Un abrazo
Toni, estoy preocupado por que no puedo acceder a tu blog de ninguna manera y me he perdido ya un montón de fotografías.
Un abrazo
mires por donde mires parece ke siempre te miran.
he alucinado con este retrato dentro del retrato con estos rostros "penetrables"
una idea magnifica saludos brujos
joli coup d'oeil.
Raul ¿El cabezudo o quien lo lleva?
je, je
Un abrazo
Gracias Cuentosbrujos, nos vemos.
Un abrazo.
Marie, un honor verte por aqui.
Un abrazo
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